Mamia

 

 

 

 

Si se trata de leche cruda, sin hervir, procedemos a hervirla. Seguidamente esperamos que se enfrie hasta la temperatura recomendada por el fabricante del cuajo.

 

Si la leche es pasteurizada se calienta hasta hasta la temperatura recomendada por el fabricante del cuajo.

 

En un recipiente ponemos el cuajo (6 gotas por comensal) y vertemos la leche. Esperamos un tiempo a que se solidifique y lo metemos en el frigorífico. Ya estaría lista para comer.